El IPEA 209 participó en TodoLáctea 2025 con pasión, compromiso y vocación

El legado de un campeonato y el desafío de mantener el título

Los alumnos del IPEA 209 "Domingo Faustino Sarmiento" de Marcos Juárez volvieron a destacarse en la edición 2025 de TodoLáctea, celebrada en Esperanza, Santa Fe, uno de los encuentros más importantes del país para el sector lácteo. En esta ocasión, participaron nuevamente de las Olimpíadas Lecheras Nacionales, con el objetivo de defender el título obtenido en 2024, cuando se consagraron campeones tras una reñida competencia de saberes técnicos.

La presión era alta, ya que la vara había quedado muy elevada. Sin embargo, el equipo mostró esfuerzo y dedicación a lo largo de meses de preparación. Rodrigo Heredia, Candela Peirone y Branco Rodríguez fueron los titulares del grupo, acompañados por los suplentes Agustín Domínguez, Constanzo Calvo y Benjamín Tello.

“Los chicos tenían la presión de que el año pasado la escuela se trajo la copa. Les habían dejado la vara muy alta”, comentó Emiliano Ferreyra, alumno de séptimo año y uno de los organizadores detrás del equipo.

Meses de preparación y compromiso

El proceso de selección y estudio comenzó a fines del año anterior. Una docente armó un grupo de entrenamiento donde los estudiantes se reunían semanalmente para prepararse, incluso durante los sábados. Luego, se amplió la convocatoria con una competencia interna que permitió seleccionar a los estudiantes con mejor desempeño.

“La profesora puso a estudiar a todos los alumnos y eligió a los que estaban mejor preparados”, explicó Emiliano.

Esta metodología evidenció el compromiso del cuerpo docente y la motivación de los alumnos por representar a su escuela de la mejor manera.

Una experiencia que va más allá de la competencia

TodoLáctea no fue solo una oportunidad para competir, sino también para aprender y conectarse con otras realidades agropecuarias del país. Los alumnos del IPEA 209 compartieron experiencias con otras escuelas y conocieron producciones innovadoras, como una institución en Esperanza que cría búfalos y produce leche de búfala.

“Nos sorprendió mucho, es un dato no menor”, señaló Emiliano. También mencionó su interés en la bufaloterapia, una práctica en expansión.

Vocación a flor de piel: el vínculo con el campo y los animales

Emiliano dejó claro durante la entrevista que su pasión por el agro es profunda. Disfruta especialmente del contacto con los animales y el trabajo al aire libre. Actualmente forma parte de la cabaña escolar, donde junto a sus compañeros se encarga del cuidado y preparación de los animales que participan en exposiciones.

Este año, el IPEA 209 tiene previsto asistir a varias muestras, entre ellas Agroactiva, la Exposición Rural de Palermo (por primera vez) y la Expo de Río Cuarto. Para Agroactiva, se están preparando con ejemplares de raza Limangus, incluyendo vaquillonas bautizadas por los estudiantes como “La Clota” y “Zaza”.

“Ahora que tenemos que prepararlas para Agroactiva, nos vamos a abocar de lleno”, afirmó con entusiasmo.

Un proyecto educativo con bases sólidas

El IPEA 209 no solo destaca por su formación técnica, sino también por el clima institucional que promueve valores como el compromiso, la pertenencia y el trabajo en equipo. Los estudiantes cursan en doble turno y desarrollan prácticas tanto en el campo como en el aula, en materias como Producción Animal y Producción Vegetal.

Emiliano también forma parte de un proyecto institucional de mejora, donde se siente especialmente motivado por la forma de trabajo y la posibilidad de aplicar conocimientos reales.

“Me siento muy cómodo con cómo lo estamos desarrollando. Es algo que me gusta muchísimo”, expresó.

Una comunidad educativa que se siente como familia

Durante la charla, Emiliano no dejó de destacar el papel fundamental de los docentes y directivos en su formación. Mencionó especialmente a los profesores Karina Torres y José María Caballero, así como a la directora Alicia Pérez, a quien describió como una figura cercana, comprometida y querida por todos.

“La directora nos transmite una confianza muy linda. Es como una gran familia la escuela”, dijo emocionado.

La conexión emocional con la institución es tan fuerte que, al pensar en el final del ciclo lectivo, el sentimiento es de nostalgia anticipada.

“Nos cuesta pensar en dejar la escuela. Pasamos casi todo el día acá. Es una gran familia”.

El futuro por delante: vocación, estudios y sueños

Con respecto al futuro, Emiliano aún está definiendo su camino. Se inclina por carreras como Ingeniería Agronómica o Veterinaria, y planea visitar la Universidad de Villa María junto a sus compañeros para conocer la oferta académica. Reconoce que el desafío en la universidad será la adaptación al ritmo de estudio, pero afirma que la escuela los prepara muy bien para ese salto.

“Estamos muy bien preparados desde nuestra escuela. Ya estás familiarizado con lo que viene”.