Patricia Riva hace desde el 6 de junio de 1994 que es escribana. Se inició hace 26 años atrás como pasante y aprendiz en la escribanía de su padre Emilio Héctor Riva. Luego en 2000 rindió el concurso de antecedentes y oposición. Desde muy chica, recuerda a su papá en casa trabajando con la máquina de escribir y en aquel tiempo se dio cuenta que también era su vocación. Expresó una profunda admiración a su padre quien fue y es su ejemplo de vida. “Sus memorias, su palabra, su trayectoria. Fundamentalmente puedo rescatar de todos estos años, que heredé el respeto y la pasión de esta profesión. Todos los días agradezco tenerlo como guía. Fue y es un referente muy importante en todos los ámbitos de la profesión”. “Lo recuerdo como quien fuera una persona delicada y fervientemente alguien que defiende los intereses de las personas. Fue gracias a su intervención que en Marcos Juárez funciona la delegación de Colegio de Escribanos en la provincia”, agregó Patricia. En su día, explicó que el escribano es un profesional del derecho y un funcionario público que participa en muchos y variados actos de la vida cotidiana. Interviene en la redacción de un boleto de compraventa o de un testamento; cuando tomamos un préstamo en el banco; certifica firmas en un formulario 08, entre otros labores. Con respecto a la actualidad, la escribana finalizó: “Estamos incurriendo en el ámbito de lo digital a raíz de esta pandemia, modificando la forma de reuniones, encuentros y medios virtuales para hacer entrevistas y reuniones. Hemos tenido que adaptarnos a estas nuevas herramientas”.