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Marcos Juárez

“A mis 55 años me había quedado sin trabajo, volví a estudiar y hoy soy gasista matriculado” dijo Juan Crispin

Juan Javier Crispin a sus 55 años, tomó la decisión de volver a estudiar y enfrentarse al desafío de rendir un exigente curso de formación. Hoy es uno de los primeros gasistas recibidos y ayer inició el segundo curso en Marcos Juárez.

29-04-2025
  • Juan Javier Crispin

Un desafío personal y profesional a los 55 años

Juan Javier Crispin tomó la decisión de volver a estudiar y enfrentarse al desafío de rendir un exigente curso de formación. Hoy es uno de los primeros gasistas matriculados recibidos de los cursos gratuitos organizados por la Municipalidad de Marcos Juárez y la Comisión de Educación.

"A mis 55 años me había quedado sin trabajo, me enteré del curso de gasista y me anoté, volver a los libros no es lo mismo que hace 30 años atrás", confesó Juan

Describió el esfuerzo que significó para él retomar los estudios en esta etapa de su vida. No se trató únicamente de prácticas técnicas, sino también de un exhaustivo estudio teórico que incluyó leyes y normativas del rubro.

Un curso exigente con frutos importantes

El curso, impulsado por la Municipalidad y de modalidad mixta (online y presencial), duró entre 16 y 17 meses. Cada 15 días, Juan y sus compañeros debían trasladarse a Monte Buey para realizar prácticas presenciales, un esfuerzo adicional que supieron afrontar en conjunto.

De 250 inscriptos iniciales, solo 36 lograron culminarlo exitosamente. De esos, 11 son de Marcos Juárez, entre ellos Juan Javier y también la primera mujer gasista matriculada de la región, Roxana Cisneros, esposa de Martín Mansilla.

Respecto a la exigencia del proceso, Crispin señaló: "No es tres, cuatro meses como a veces hay cursos que son minicursos; esto es universitario", remarcando el nivel académico y el compromiso que implicó.

El apoyo familiar y el trabajo en equipo

Durante todo el proceso, su familia fue un pilar fundamental. Su esposa e hijos lo alentaron constantemente para que pudiera alcanzar esta nueva meta profesional.

"Mi esposa y mis hijos me acompañaron siempre apoyándome en esta labor", relató emocionado.

Incluso destacó el espíritu de solidaridad que se generó entre los compañeros de curso, ya que puso a disposición su propio vehículo para facilitar los traslados a Monte Buey, ayudando así a quienes no contaban con movilidad propia.

Nuevas oportunidades laborales

La obtención de la matrícula de gasista ya comenzó a abrirle puertas. Juan relató que ha recibido múltiples pedidos de presupuestos, tanto para servicios de gas como de plomería, lo que marca un cambio sustancial en su situación laboral.

"Es una oportunidad laboral enorme. Ahora trabajo de forma independiente y eso es un logro inmenso", expresó con satisfacción.

Para Crispin, esta nueva etapa representa también una manera de dejar atrás la incertidumbre laboral que lo había afectado en los últimos tiempos.

Un mensaje de esperanza

Más allá de los logros personales, Juan compartió un mensaje cargado de optimismo para quienes puedan atravesar situaciones similares:

"Cuando se nos cierran puertas, creemos que no hay más oportunidades, pero siempre hay una puerta de esperanza", afirmó destacando además la importancia de mantener la fe y la confianza en que los cambios positivos son posibles.

Con su historia, Juan Javier Crispin no solo celebra un logro personal, sino que inspira a toda una comunidad que ve en la capacitación y el esfuerzo el camino hacia nuevas oportunidades.
 


 

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